Hoy es un trazo distinto pero parecido
preferiría correr a mi cuarto y entregarme a un sueño idílico por un instante más
hasta que pueda olvidar esencias que me dejan en una tristeza muda
No sé como expresar todo aquello, como si ahogara el grito del pájaro herido
pero sin estar en una flor perenne
ya no siento que sea más que un efímero sueño de un mundo que sigue su vuelta sin descansar
Absorto en el ahogo porque no puedo dejar libre aquel espejo que hoy es una pared abismal
Por ello que ahora acuesto mis ojos en una sombra felina para tener su fuerza y su aura.
Ser libre y dejar libre mi ser sereno y recóndito romántico, con garras felinas, piel felina y ojos de uva. Ojos de racimo que penetran como un fuego inmaculado. Pero no puedo dejar de ver mi imagen apoyada a aquella ventana... Veo al mundo pasar mientras yo absorto en una pureza que casi ya no queda. Mis ojos no son para ser la imagen de un hombre propio, mis ojos son del niño que vive por el ideal de un jardín que abre sus capullos y abraza un pequeño lienzo de cerezos. Pero me siento tan cobarde. Mi esencia de niño se mezcla con la niña aristocrática, y entre sus dos perfiles me reflejan de una forma serena y airosa. Pero la gente mancha aquella escena con su hipocresía lujuriosa de mil libras esterlinas.
Y si veo una nueva imagen a quien quisiera entregar una fresa cálida de mis manos...¿cuánto tendría que llorar nuevamente?
Es mi vitral lleno de nostalgia...
y desde aquí la miro, la miro sin saber que vuelvo a mezclarme en la difusa niebla parisina
y ya es Octubre...como una maldita primavera