jueves, octubre 16, 2008

I need you...


Hoy es un trazo distinto pero parecido

preferiría correr a mi cuarto y entregarme a un sueño idílico por un instante más

hasta que pueda olvidar esencias que me dejan en una tristeza muda

No sé como expresar todo aquello, como si ahogara el grito del pájaro herido

pero sin estar en una flor perenne

ya no siento que sea más que un efímero sueño de un mundo que sigue su vuelta sin descansar

Absorto en el ahogo porque no puedo dejar libre aquel espejo que hoy es una pared abismal

Por ello que ahora acuesto mis ojos en una sombra felina para tener su fuerza y su aura.

Ser libre y dejar libre mi ser sereno y recóndito romántico, con garras felinas, piel felina y ojos de uva. Ojos de racimo que penetran como un fuego inmaculado. Pero no puedo dejar de ver mi imagen apoyada a aquella ventana... Veo al mundo pasar mientras yo absorto en una pureza que casi ya no queda. Mis ojos no son para ser la imagen de un hombre propio, mis ojos son del niño que vive por el ideal de un jardín que abre sus capullos y abraza un pequeño lienzo de cerezos. Pero me siento tan cobarde. Mi esencia de niño se mezcla con la niña aristocrática, y entre sus dos perfiles me reflejan de una forma serena y airosa. Pero la gente mancha aquella escena con su hipocresía lujuriosa de mil libras esterlinas.

Y si veo una nueva imagen a quien quisiera entregar una fresa cálida de mis manos...¿cuánto tendría que llorar nuevamente?

Es mi vitral lleno de nostalgia...

y desde aquí la miro, la miro sin saber que vuelvo a mezclarme en la difusa niebla parisina

y ya es Octubre...como una maldita primavera

miércoles, octubre 15, 2008

Yume no Nakae




...Creo que he empezado a desdoblar mis pétalos
la sombre de su primavera va cubriendo silenciosamente
algún lugar de mis ideas
Pero me rehúso a ello
aún cuando de su imagen pudiera tener el indicio de una pureza
¿porqué me cautivo en esta encrucijada de cristal?


Nadie podría responder por mí
el capullo de aquella rosa herida en mis manos aún me recuerda
que he lamentado cuando quise abrazar aquel sueño
o esas comisuras
Puedo olvidar por instantes
en el vaivén de una canción
o en la oda infantil que suelo recordar
Pero esta flor que guarda mi jardín
aún sigue teniendo miedo
No quiero abrir la ventana sabiendo
que terminará con una mano solitaria apoyada en su vitral
y detrás de el, unos ojos profundos y nostálgicos
que entre sus propios pies se acuesten sobre lágrimas
Ahora el silencio tomó el escenario
y sólo veo un reloj que marcha lentamente
cómo si yo mismo deseara encontrar sus ojos nuevamente
pero no quiero ser bosquejo para ninguna ilusión
Temo de aquella sirena encantada...
Ahora entre mis hebras sueltas y fundidas
en diferentes recovecos que sienten el viento
escribo...



"Un ébano suizo
envuelto en azucarada fragancia
de un nápoles encinto

Detuviste una vez mi voz
y yo absorto en una acuarela olvidada
has vuelto a darle espacio a una en mi

¿Qué eres, de donde has aparecido?
De un retrato a una rosa que toma su historia
o quizás eres la añañuca oculta
que virgen, suele silbar su suave canto alegre

Me permito absorverme un sólo momento
en contemplarte
soy idílico romántico
y una acuarela pintada sobre el lienzo de un felino

Mis ojos llevan aquellos lienzos
y mi voz encierra mis más finos trazos
Podría empezar a pintar un cuadro aquí mismo
pero detengo mi pincel si logro verte

¿Me dejarás al menos verte?
aunque no es mi intención hacerme parte
no puedo aferrarme
no quiero volver a pintar un cuadro
si quedará vacío con tu adiós

Déjame estar cerca
déjame poder bosquejar un pequeño lirio
siquiera ése será mi consuelo,
si es que debo verte partir."






jueves, octubre 02, 2008

Alameda extinta


Por más que la fuente fluye,
pienso,
pienso en una razón , en un arroyo
pienso en las flores que cambian cada mañana
y en alamedas que levantan sus cortinas frías
y mientras, 
escribo algún reflejo retrospectivo en las libélulas
que aún quieren volar

Y también pienso cual cielo de ambos
es el que escribió esos días
y quién era tal vez dueño aquel de esas noches

Una cigarra encinta y enlutada
como su más alto y hermoso vuelo
así como su último suspiro;
y yo escribo simplemente
difuminado como láminas casuales al azar

Y como un día que tuvo sus hijos
y una mañana que tuvo sus adioses,
así como a sus pequeños ojos laureados;
mientras sus palabras susurraba como viejo velero
o bien quizás todo era un marco de letanía

¿Y cómo respondo entonces,
si una retrospectiva no es el blanco
y si el negro tampoco lo vacía?
Aquella cornisa es profunda y tiene su propio tiempo
aunque muy probablemente tampoco sepa 
en que día ha de cerrarse el libro.