jueves, febrero 26, 2009

Epílogo en sombra azul.


Hay un viento que ya no volverá

Las preciosas flores cultivadas en magnolias

han quedado pragmatizadas en un tapiz azul

Colocadas con mucho cuidado sobre su lienzo

y con matices cada vez más difusos

porque al final su forma me fue desconocida


Respondo en dejar un suspiro silencioso

en dejar huella azul

tan azul como una alameda que continúa su camino

Por ello debo tomar el tren


Asi que he levantado la palma

para dejar escapar de mis manos

esa frase que tanto se plasmaba de mi

ahora vuela infinito, infinito


Con un compás dormido

voy poniendo el sello

un sello con un pincel

que poco a poco voy dejando trazos de nácar con cuidado


Dejaré que el propio viento arrastre por aquel río

este pincel

y con toda la nobleza, coloco una rosa blanca en la barcaza.